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Armari

Autor

Antoni Tàpies

Título

Armari (Armario)

Fecha

1973

Técnica

Objeto-tapiz

Dimensiones

231 x 201 x 156 cm

Número de registro

146

Comentario de la obra


A fines de los sesenta y principios de los setenta, a la par que intensificaba su compromiso político, Tàpies acentuaba el trabajo con objetos, y sus obras parecían salirse de los límites del cuadro. Sin duda, este renovado interés de Tàpies por el objeto coincidió con los esfuerzos del arte povera en Europa y de los posminimalistas en Estados Unidos. Con todo, y a pesar de que los nuevos rumbos artísticos pudieron servirle de incentivo, no debemos olvidar que Tàpies ya se había adentrado en el mundo objetual desde los mismos inicios de las pinturas matéricas (Porta metàl·lica i violí) y aún antes, y que es desde esta perspectiva desde la que los objetos de los años sesenta y setenta deben de ser analizados.


Si Tàpies utilizó, como en el caso de los artistas povera, objetos antiindustriales, comunes y efímeros que adquirían un significado simbólico derivado de su propia naturaleza, estos siempre son tratados o reorganizados de modo que lo primero que se reconoce es, como en sus pinturas, la mano del artista. No es la presencia física del objeto lo que se impone inmediatamente al espectador, como ocurre en muchos ejemplos del minimal, posminimal o povera. Tàpies no nos muestra los objetos tal y como son, sino que imprime en ellos su sello, los incorpora a su lenguaje, adquiriendo un aura en el sentido expuesto por Walter Benjamin. Así, las puertas desplegadas de Armari (Armario, 1973) presentan una A, que refiere al nombre propio del artista. Del mismo modo, la ropa del interior está dispuesta de un modo gestual que nos recuerda más a las pinturas de un Franz Kline que a los objetos de un Michelangelo Pistoletto, pongo por caso. El lenguaje artístico de Tàpies arranca de otros parámetros: estamos ante una auténtica caligrafía, un expresionismo gestual en tres dimensiones. El objeto y el espacio en que este se encuentra no tienen una vida propia, sino que actúan como expresión directa de la acción, de las emociones o vivencias del artista.


Extractos de Manuel J. Borja-Villel, "La colección", Fundació Antoni Tàpies (Barcelona: Fundació Antoni Tàpies, 1990).